domingo, 8 de abril de 2012

LA CALMA DESPUÉS DE LA TORMENTA

H y yo volvimos a ser amigos...
esta vez tácitamente lo hemos jurado..amigos nada más

y sus mensajes de cariño entibiaron mi mañana altamente depresiva..

sin embargo quiero compartir con ustedes
lo que me está curando el corazón de a pocos...

Encontré "El Mesías" de Haendel en la radio
y me recosté en la cama;
he dejado que la melodía se introduzca por cada grieta que hay en mi alma, en mi cuerpo...
he permitido que los violines hagan su nido en mi cerebro
que las voces toquen el fondo de mi corazón
siento todas mis heridas cubiertas de un icor que las sana
que mella el fragor del dolor

Estoy aprendiendo a controlar la depresión
trato simplemente de ya no pensar más en ella
apunto a varias estrategias que entretengan mi cerebro
y que calmen la taquicardia ...
hice una lista mágica de cosas que hacer :
seguir leyendo "The End of the Affair" de Graham Greene,
practicar ejercicios de respiración,
meditar,
y he aquí que la música de Haendel venció en esta pugna entre la tristeza con mi yo más interno

Escribiéndoles también me siento feliz
no recibo comentarios aunque sé que me leen
pero me siento acompañada por esos pocos que comparten mi periplo por un mundo quasi normal ...

Hace como una semana encontré un refugio maravilloso en la Sonata N° 3 para violín y piano de Beethoven.
A las 5 am después de haber estado insomne
la sonata llegó a mí y me revitalizó...
me hizo abrir los ojos con una inusitada alegría
con una sabor dulce en los labios

Sólo recuéstense y dejen que fluya...
Dejen que la música penetre por todo su ser
por todos los poros de su piel
que los invade como una enfermedad
de la que jamás podrán curarse....


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VERENKA

 Tengo que dejar ir a la Carla que fue para poder aceptar a la que ahora es.