domingo, 22 de mayo de 2022

JEPPE & CARLA

2022

Hoy Niels cargó a su hijo por primera vez.

Pero su hijo ya no era un niño que buscaba un abrazo
o una sonrisa, sino un joven de 20 años.
Lo cargó como nunca antes lo había hecho.

Quizás es ese momento, en las alturas, suspendidos, mirando los ojos de alguien que nos cuidará toda la vida,
lo que nos perdemos quienes no hemos tenido padre

quizás es esa seguridad de que no te soltarán, que llegarás a suelo sano y salvo a pesar de todo
lo que andamos buscando toda la vida
quienes llegamos de improviso a este mundo
asaltando vidas, destruyendo sueños, aumentando desgracias e infortunio.

Quizás esos brazos son los que por dentro necesitamos eventualmente; totalmente; eternamente;
tengamos 5, 10,  20 o 40 años.

Recuerdo pocas veces haber sido abrazada por mi madre.
Su abrazo no me daba mucha fuerza.
Me consolaba.
Pero no me curaba.

El abrazo de un padre es diferente.
El único abrazo que he sentido de padre ha sido el del Dr. Víctor.

Creo que él ha sabido siempre, desde la primera vez que me vio en el hospital, que más que el TLP, me consumía era la falta de amor.

Es ese vacío tan grande dentro y que en nosotros se vuelve como un agujero negro lo que ha dolido siempre, lo que me ha llevado a estar cerca de gente que me usa, que me lastima, que en realidad no me importa, solo por no sentirme sola.

Pero ya no me sienot aarrepoemtirme de loq uenhiceo no.
Vivo con lo que he hecho. Vivo con los recuerdos de las personas indignas que dejé entrar a mi vida.

Lo acepto. Traté de sobrevivir. Traté de sentirme un poco viva solamente.

Ojalá todos pudiéramos sobrevivir en la perfección de la pureza, de lo inmaculado, sin cometer errores. Pero es imposible.

Hasta la persona más impoluta en apariencia, tiene secretos que guardar. Esos secretos que ni siquiera te atreves a vomitar en un poema o en un cuento.

Cuando iba terapia, lloraba, gritaba, pataleaba, pero saben? En el fondo solo iba para que el Dr. me abrace, para sentir que alguien me considerara valiosa, y no el monstruo que mi madre dice que soy porque no le doy plata o le digo en su cara que ella no es importante para mí. Y no entiendo es amkania d emierda d ela gente por querer fingir que les importa alguien cuya existencia es menos para ellos que las hormigas que pisan.

A Daniel le importa un pincho mi vida y yo lo sé; pero siempre se ofende cuando se lo digo. A mí me ha empezado también a importar un cuerno si él muere o no. Pero Tonka si me importa. Me importa que esté bien, que su vejez no se la lleve, que siga cuidando de él, aunque sea un idiota e indiferente reverendo, en ocasiones. La vida de él me importa solo en función de que es importante para ella. Dice que me quiere, pero en realidad debe ser que su vida sexual ha sido muy aburrida, o que tiene muchos demonios dentro, o que solo es un pendejo, cuando dice que soy especial para él. Una vez leí en el asiento de un bus; "cuando le importas a alguien se nota; pero cuando no le importas, se nota más". Wences era así. Un monstruo. Te decía que le importabas, cuando te trataba como el insecto más insignificante del mundo. Jorge decía: "te tengo tanto cariño" cuando en realidad lo único que le gustaba de mí era tirar conmigo..ah no... verdad él ya no tiraba, decía. "Cuidaba mucho sus relaciones". .La única vez que vi a mi padre me dijo "reconstruiremos esto" (como si alguna vez algo hubiera estado construido). "Cuida a mi hijta", le dijo al conductor del taxi que me embarcó y yo, aunque sabía que nunca lo iba a volver a ver en mi vida, me dije "qué bonito suena eso" "suena a un papá"!,

Pero no puedo odiarlo. Ni por su poca sinceridad, ni por haberse corrido de reconocerme. Tenía 17 o 19 años (nunca lo sabré) cuando me engendró con alguien que también - seguramente - le importaba un carajo. Y eso no quiere decir que las mujeres de mi familia hayan cargado desde siempre el karma de la insignificancia. No. Definitivamente que no. Uno es tan pequeño para alguien, como permite serlo. Yo dejé de permitir que me hagan sentir insignificante. Porque, en realidad, todo depende de ti. No del resto. Ellos te tratan como tú te sientes. Te tratarán así porque les enseñaron a no formar vínculos sanos o solo a tratar como "personas" a quienes se lo merecieran en su escala. Pero como te trate el resto no te define. Nada de lo que piense otro ser, te define. Te puede doler y hasta te lo puedes creer - sobre todo si te lo dicen de niño - pero no te define. Si fuera así seguiría sintiéndome la monga, fea, gorda, cuatro ojos, puta de mierda, tuerta o maldita desgraciada; lo que mi madre y tantas personas me han dicho que soy. Mi profesor de yoga me dijo una vez: "Solo podemos dar lo que tenemos dentro". Quizás esos seres solo tenían basofia para dar.

Sé que mi papa nunca me cargará como Niels está cargando a Jeppe, a sus 20 años, pero yo trato de cargarme todos los días, de cantarme lullabies, de quererme más y vaya que es difícil. Trato d ellenar yo mis espacios, esos vacíos normales que hay dentro de mí y que el TLP hace inconmensurables con lo bueno de mí. Si hay aunque muchos lo duden. Por eso aunque esté supercansada y este vestido como un espantapájaros si Chatis quiere correr y caminar 30 cuadras lo haré.; Si estoy con fiebre pero Yuyu se enferma, saldré´en mitad de la lluvia o del granizo para buscarle ayuda; y si Gringa solo me mira para tomar un poco de aire, lo haré aunque tengo 45 de fiebre porque los amo y porque ni el sacrificio más bizarro del universo equiparará jamás a lo que ella me han dado. Una familia, un hogar, un círculo amical, una razón para despertarme cada mañana, la razón de ser una verdadera mamá, no como los progenitores que yo tuve. Y ahora entiendo por qué Carlos me pidió "por favor no tengas hijos" y yo lo entendí a tiempo. Porque no sllom mio inventario d erazones para ser madre humana eran pésimos (no quedarme sola, traer una vida el mundo, que cuiden de mi vejez) eran los peores y las más erradas, sino porque buens aparte del género humano me es tan despreciable.

Y el Dr. sabe que los abrazos que me ha dado han sido siempre mi mayor terapia. Ya he aprendido a vivir sin recibir abrazos, pero me encanta darlos. Y si papa. No estoy molesta contigo, descuida. No imaginaré un capítulo de la Rosa de Guadalupe, donde en tu lecho de muerte pides verme. Sé que eso no pasará. Tú tienes tus hijas de verdad, una vida de verdad y no tenías por qué cambiarla por mí, como yo tampoco lo hubiera hecho por ti. En serio, tus genes me salvaron de tanto. De ser una Rengifo de mierda más, bruta, ordinaria, vulgar, cruel y frustrada. Y genes me hicieron, ser una Toranzo orgullosa que sabía que dentro de mí, ese gen Toranzo valía más que toda la podredumbre del lado materno. Tu ADN me salvó de ser un monstruo. Como odiarte por eso.

Aparte, en realidad, ya no te necesito. Tengo un papá que conocí de azul en el hospital y que hizo por mí más de lo que nadie ha hecho, Y no me refiero a salvarme la vida, porque a veces me jode la vida aún y odio tanto, a veces no poder terminar con ella; sino a esa frase que al recordarla siempre me parte en mil pedazos de alegría, que puede ser tan estúpida y banal para muchos; pero para mí es la existencia entera;

"Carlita, estoy muy orgulloso de ti."

VERENKA

 Tengo que dejar ir a la Carla que fue para poder aceptar a la que ahora es.