Debo admitir que no me sentía cómoda en ese trabajo
no era por el ambiente, ya que todos eran muy amables sino porque me sentía la tonta útil que hacía el trabajo que a los demás no les gustaba hacer,
pero era trabajo y yo tengo obligaciones así que decidí enfrentarlo ser madura y seguir
sin embargo las palabras y el tono de ese gerente que me dijo que cometía errores que hacía mal esto y lo otro me colmaron
y adiós.
Saben? No me arrepiento.
Sé que las obligaciones están llegando y obvio que eso me preocupa pero también estoy segura que no podemos dejar que alguien nos haga sentir tontos o que tengamos que soportar estar en un lugar donde no nos sentimos cómodos
Ahora entiendo que si bien el sueldo es importante también lo es sentirnos bien
Envíenme todas su buenas vibras amigos, que las necesito.
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